Algunos de los platos que se pueden probar en la provincia de Sevilla son el gazpacho, pescaíto frito, cazón en adobo, pavía de merluza, pisto con huevo, bacalao con tomate, cocido andaluz, rabo de toro, pincho moruno, caracoles y cabrillas, huevas aliñás, serranito, chipirón a la plancha, churros, pringá, espinacas con garbanzos y papas aliñás.

Para hablar de los primeros restaurantes en Sevilla, nos remontamos a mediados del siglo XIX y principios del XX. Algunos de los bares clásicos a los que acudían nuestras anteriores generaciones, siguen sirviendonos extraordinarios platos en la actualidad.

«Los restaurantes sobreviven durante décadas gracias a los banquetes de las clases medias, puesto que la costumbre de frecuentar restaurantes como hábito recreativo fue rechazada por la aristocracia y la alta burguesía. En el caso de los más adinerados los banquetes se hacían como invitaciones exclusivas en los domicilios familiares», apunta Isabel Cánovas, historiadora y experta en gastronomía sevillana.