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 ¡Más de 100 años tiene este lugar! Ubicado en la calle Pérez Galdós, ofrece vino, cerveza y tapas con mucho gusto. Lo más llamativo es el chorizo al infierno, la llama de fuego en la tapa es muy impresionante, otras tapas que sirven son la pringá, la ensaladilla o los caracoles (cuando es temporada).

A pesar de que empezó siendo un despacho de vinos, se adaptaron a los tiempos actuales y añadieron tapas propias de una taberna sevillana. Ofrecen algunas como sangre encebollada, bacalao con tomate, espinacas con garbanzos y pavía.

Uno de los bares más típicos, en él puedes probar tapas, siendo las berenjenas de Almagro, las más destacadas.

Si das un paseo por la calle Tetuán, probablemente huelas un estupendo olor a adobo, ¡sí, viene de Blanco Cerrillo! El adobo, la ensaladilla y el pescaito frito son sus grandes atractivos.

Bar Europa (1925) Tapas Andaluzas clásicas, con emplatados preciosos. Conserva su estética y estilo del típico café de principios del siglo XX. Su cocina tiene fama por el salmorejo, las croquetas de jamón ibérico y los huevos fritos.

Las Teresas (1870) Un bar típico, azulejos pintados, fotos taurinas, jamones colgados y una estupenda terraza. Pero lo mejor: chacinas, tapas y raciones, sin duda uno de los bares con más encanto de Sevilla.